sábado, diciembre 29

Mil soles espléndidos



No pocas veces me había empezado a cuestionar el nombre de “Mil soles espléndidos”, se me estaba transformando en alguna especie de enigma, ¿Acaso era yo él incapaz?, prefiero pensar que algunos libros tienen nombres sutiles. En la página 179 de la décima edición (editorial Salamandra) se lee:

---Mmm. – Él sonrió con tristeza -. Me cuesta creer que vaya a abandonar Kabul. Fui al colegio aquí, conseguí aquí mi primer trabajo, fui padre en esta ciudad. Resulta extraño pensar que pronto dormiré bajo el cielo de otra ciudad.
---También a mí me lo parece (Laila)
---Durante todo el día me ha rondado por la cabeza un poema sobre Kabul. Lo escribió Saib-e-Tabrizi en el siglo diecisiete, creo. Antes me lo sabía entero, pero ahora sólo recuerdo dos versos:
“Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas, o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros”

En una madrugada donde los sentimiento de congoja se me desparraman por cada poro, no sé qué puedo escribir después de esto, solo sé que me ha gustado saber el porque, “Cometas en el Cielo” del mismo Khaled Hosseini es maravillosamente notable, sientes de manera casi palpable que te atrapa desde la primera página, una especia de imán donde yo mismo soy ese polo opuesto que se ve atraído. La verdad iba a escribir sobre el NO derecho de otros a dañar a otros, pero he cambiado de parecer casi en el momento de que la notebook cargaba, descubrí que no tenía sentido, por lo menos esta noche lo que me hacía mucho sentido hace poco tiempo hoy ya no tiene esa preponderancia, en un diciembre de 2012 de muchos cambios les tengo mucho que contar, en parte se que he cambiado y ese cambio lo siento de manera positiva, tengo una buena sensación de boca hasta ahora al menos. Se los contare todo dentro de estos 3 días en casa y gracias por sus mails.